La importancia de pensar en la “esmartización” de las ciudades radica en el impacto presente y futuro de las ciudades inteligentes y, citando nuevamente alguno de los datos aportados por la ISO, las ciudades actualmente son el hogar de la mitad de la población mundial, para el 2050 este porcentaje se espera alcance el 70%.
Es un tópico común en nuestros días, pero ¿sabemos en realidad qué es una Smart City?.
Según la International Standard Association (ISO) “… y utiliza información de datos y tecnologías modernas para brindar mejores servicios y calidad de vida a quienes se encuentran en la ciudad (residentes, negocios, visitantes), ahora y en el futuro previsible, sin desventajas injustas para los demás ni degradación del entorno natural…”
Es por ello que el buen manejo de los recursos naturales y tecnológicos se hace prioritario y cómo optimizarlos es a través de la recogida de datos, levantamiento de información y cambios generados en la oferta ciudad que se adapten a la sostenibilidad y a la mejora del confort de los residentes, trabajadores (entiéndase como aquellas personas que viven en otra ciudad y se desplazan para trabajar en la ciudad objeto del estudio) o de los turistas nacionales o extranjeros que se encuentren en la ciudad.
De una forma más resumida, para convertir una ciudad en una ciudad inteligente, es necesario conocer de forma anónima el movimiento de sus residentes, trabajadores y visitantes para poder establecer KPI´s (key performance indicators) y OKR´s (objetives and key results) que permitan mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, reducir la huella de carbono producto general de la ciudad, así como el educar y aumentar el uso correcto y sustentable de los recursos.
En una segunda etapa, el que la ciudad tenga comunicación con los ciudadanos en base a sus intereses y necesidades, en tiempo real y según la ubicación; no es como un gran hermano o la novela de Orson Well, 1984; esos parámetros de comunicación serán siempre escogidos por el ciudadano salvo aquellos que sean de seguridad y gestión de multitudes, pero en nuestra experiencia, entre algunos de los mensajes que el ciudadano puede escoger recibir estarían la previsión de tráfico en la ruta que solemos utilizar, notificación de accidentes o eventos dentro de nuestra área o lugar en el que nos encontremos, envío de información de comercios o restaurantes cercanos, lugares de interés cultural o turístico cerca de nuestra ubicación y que puedan ser de nuestro interés, solicitar información de la mejor forma para trasladarnos en función del sistema de transporte público o privado nuevamente basado en el perfil del ciudadano, del lugar y la hora en la que se encuentre, siendo estos sólo algunos de los mensajes que pudieran ser generados de forma automática.
Alguno de los beneficios de contar con una ciudad inteligente es adecuar la infraestructura urbana al ciudadano a través del análisis de la movilidad, conociendo de forma anónima (que este punto es de vital importancia no sólo por la privacidad del ciudadano, sino por el cumplimiento de las leyes nacionales y estándares internaciones de protección de datos personales), los recorridos entre zonas residenciales y de trabajo, personas que trabajan en la ciudad y moran fuera de ella, visitantes o turistas nacionales y extranjeros, qué áreas visitan por grupo de personas, cuáles son las áreas recreacionales, qué hacen cuando hay eventos festivos, cuál es la interacción entre las personas que están en la ciudad y basado en ese conocimiento, cómo mejorar la calidad de vida de todos en la ciudad.
En nuestro siguiente artículo, hablaremos más detenidamente de las áreas que se verían beneficiadas al contar con una ciudad inteligente.
Articulo originalmente publicado en:
Capital Financiero https://elcapitalfinanciero.com/hablemos-de-ciudades-inteligentes/